SOY UN PASUNCHANO Y SIENTO QUE ESTE PUEBLO ME PERTENECE  . Un pueblo que se niega a abrir las puertas a la cultura simplemente es un conglomerado de personas sin identidad. Es que la cultura traspasa todas las fronteras, tiene que ver con la historia, con los cambios socioeconómicos, la educación, la política, la familia… Los pueblos que apoyan la cultura son unidos y pacíficos, se desarrolla entre sus integrantes principios de solidaridad y responsabilidad civil. No necesariamente un hombre culto es el que a tenido la oportunidad de realizar estudios profesionales. El hombre culto es el resultado de la investigación propia y la vivencia de los demás, de la pasión por la lectura de temas de su gusto, del dialogo cordial y permanente con los integrantes de la comunidad, de la observación, del aprecio por las artes. Ser culto es una persona que se identifica con lo que la vida le ha dado partiendo del entorno de propio terruño. La cultura empieza cuando la familia y el educador le enseñan al niño a tener sentido de pertenencia, reforzando este concepto a través de la adolescencia utilizando las artes como herramienta principal. Enseñe a un muchacho a tocar la guitarra y tenga la seguridad que éste no torcerá su camino en el futuro. Ocupe los muchachos en teatro, danzas, música, deportes, investigaciones virtuales, visitas a sitios históricos y turísticos, cultivos, artes manuales, expresiones corporales, comunicaciones, etc… y estos se convertirán en alumnos tranquilos, estudiosos y responsables. La creencia que los grandes hombres se forman con el estudio de las matemáticas, la física, la química y las ciencias en general son solo mito. El hombre necesita de la cultura para armonizar su espíritu con el conocimiento. El hombre culto es un ser sensible conocedor de su profesión y un servidor incondicional. Ahora bien, que debemos hacer para reactivar la cultura en el segmento poblacional que nos ocupa, es decir Pacho y Pasuncha?  Un inventario de valores culturales existentes, una investigación sobre los hombres que forjaron nuestra historia, un seguimiento de su pensamiento y de sus obras. Una vez hecho el balance descubriremos que las personas que hicieron la historia de nuestros pueblos eran hombres con una cultura exquisita, con un conocimiento mas allá de lo académico y un convencimiento natural de servicio a la comunidad incondicional. Es el momento de iniciar un camino acorde con nuestra pasado. Esta raza de hierro de campesinos emprendedores no puede quedarse en solo historia. Es hora de destinar grandes recursos para este rubro o simplemente estaremos condenados a perder nuestra identidad. Que hermoso es ver un pueblo que se mueve culturalmente, ver a los muchachos en intercambios copando los escenarios deportivos y teatrales. Yo le pregunto señor dirigente, señor educador: Que hace un muchacho que no tiene acceso a la cultura? L a respuesta la tienen ustedes mismos. No los culpen, ábranle los espacios que ellos reclaman con rebeldía.     TITO ORTIZ http://listen.radionomy.com/pasunchastereo.m3u